Yoga en Silla

Una práctica segura, accesible y completa desde la comodidad de una silla.
Diseñada para personas mayores, con movilidad reducida, en procesos de rehabilitación o simplemente para quienes prefieren un enfoque suave y adaptado sin necesidad de practicar en el suelo.

Aquí el yoga se adapta a ti —no al revés—. Usamos la silla como aliada para movernos con seguridad, despertar el cuerpo, respirar mejor y encontrar serenidad.

¿Qué hacemos en una clase de Yoga en Silla?

  • Inicio tranquilo y respiración consciente
    Comenzamos sentadas/os, conectando con la respiración para cultivar atención y calma. Esta primera pausa nos prepara para movernos desde el cuerpo presente, no desde la prisa.

  • Movilización suave y ejercicios articulares
    Despertamos el cuerpo poco a poco: hombros, cuello, columna, muñecas, caderas… Movimientos simples que favorecen la circulación, la coordinación y la vitalidad.

  • Posturas adaptadas con apoyo
    Trabajamos entre 10 y 15 asanas adaptadas, realizadas sentadas/os o de pie con ayuda de la silla. Estas posturas nos ayudan a fortalecer musculatura, mejorar el equilibrio, aumentar la flexibilidad y ganar confianza corporal, siempre con variantes seguras.

  • Relajación sentada o tumbada (si es posible)
    Creamos un espacio para soltar el esfuerzo y dejar que cuerpo y mente se relajen. Este momento de descanso profundo es esencial para recuperar energía y bienestar.

  • Pranayama suave y consciente
    Practicamos respiraciones guiadas que ayudan a ampliar la capacidad pulmonar, reducir la ansiedad y calmar el sistema nervioso. Todo desde la sencillez y la escucha.

  • Meditación sencilla o visualización guiada
    Cerramos con unos minutos de silencio, atención plena o una breve visualización positiva que favorezca la claridad, la gratitud o la serenidad.

Yoga en Silla es una forma de decirle al cuerpo: “te veo, te respeto y te acompaño tal como estás”. No importa la edad ni las limitaciones: el bienestar siempre es posible.